Nos adaptamos o Morimos
Hablar de transformación digital puede ser algo muy abstracto para muchas personas. Veamos hoy un ejemplo muy simple y aplicado de cómo empezar a dar este salto si aún no lo has hecho con tu negocio.
Dice Darwin que cuando las cosas se ponen más feas que un pleito con machetes, la criatura más apta es la que logra sobrevivir. No es el más fuerte o el más rápido, ni siquiera el más “inteligente” (ojo que hay muchos tipos de inteligencia) sino quien se adapta mejor a las nuevas realidades.
El cambio es la única constante en la vida. La tierra, las nubes, nosotros mismos, cambiamos segundo a segundo; y es nuestra capacidad evolutiva de adaptarnos lo que nos ha hecho la especie dominante del planeta. Así que, para sobrevivir, debemos fluir con los cambios, especialmente cuando éstos se manifiestan tan violentamente como en el 2020-2021.
No cabe duda que a todos se nos puso el mundo patas arriba en un abrir y cerrar de ojos. Y para nuestros negocios, más aún. Todo cambió, y ya no podíamos tener contacto cercano con otras personas. Y estas nuevas reglas se llevaron en banda a muchas empresas, micro, pequeñas, medianas y hasta grandes (sino que lo digan los estudios de Hollywood).
Pasado el shock inicial, las personas empezaron a inventar soluciones. Y es cierto que estos cambios no tratan de la misma manera a un especialista en telemarketing que a un fisioterapeuta o a un estilista; pero de una u otra manera hemos encontrado la manera de adaptarnos. Y como aliados en este proceso tenemos las nuevas tecnologías. Muchas empresas y profesionales han hecho cambios en su forma de hacer negocios echando mano de herramientas digitales. Y de esto se trata el tema de hoy: Transformación digital.
Una Carnicería, Whatsapp y la Transformación digital
Hace unos meses me llegó un mensaje al whatsapp que sólo decía: “somos la carnicería de “don Josefo”; ahora podés pedir lo que ocupás por acá y te lo llevamos a la casa”. Me pareció muy útil y empezamos a pedir la carne de esa manera (los chicharrones son brutales). Le decíamos lo que ocupábamos y luego un chavalo del barrio llegaba en bici (hasta ecológico el sistema) a dejarnos el pedido. Lo cancelábamos con SINPE y listo. A las semanas ya don Josefo había cambiado de whatsapp regular al Business y había construido un catálogo, ¡todavía más fácil hacer los pedidos! La carnicería había evolucionado. Sé que esto parece algo muy básico y simple; pero fue también súper efectivo, porque resolvió un problema, conservó sus clientes y les facilitó el proceso de compra. Eso es la Transformación digital: Integrar tecnologías en los procesos de la empresa para darle un nuevo valor agregado a los clientes.
La transformación digital es la tercera fase del proceso de adopción de las tecnologías digitales (las otras dos etapas son Digitación y Digitalización). En buena teoría se esperaba que este salto digital teníamos que darlo en unos 7 años (aproximadamente) pero como a la vida le vale un pepino los planes, pues nos tocó hacernos campo en unos meses a los gritos y sombrerazos. Y a más de uno esto lo encontró con la guardia baja. Muchos se resistieron a cambiar lo que han venido haciendo desde hace décadas, mientras otros, como don Josefo, se han ido adaptando a una nueva realidad; preguntémonos entonces ¿cuál va a sobrevivir?
Estrategias efectivas para PYMES
Y don Josefo no sólo se atrevió a usar una tecnología diferente para generar ventas, sino que empleó un principio de marketing de manera muy eficaz. Resulta que como a él le gusta tanto usar whatsapp (y es medio metiche de paso) pues ha guardado los números de un montón de clientes, y sin darse cuenta ya había construido algo primordial para el marketing directo: una buena ¡base de datos!, lo que es por sí misma una mina de oro, porque ahora él puede interactuar con sus clientes, tomar pedidos y hasta enviarles info de promociones y descuentos. Siguió adelante y desarrolló un catálogo, facilitó el proceso de ventas agregando SINPE móvil y creó un sistema con el amigo de la bicicleta para hacer las entregas.
En su plan se enfocó en una zona geográfica que podía controlar y así muy empíricamente, hizo uso de una estrategia de marketing súper efectiva para negocios pequeños: “SO.LO.MO.” Sí, valga la coincidencia con la historia de la carne; pero SO.LO.MO. más que el corte de una vaca significa Social-Local-Móvil. Es usar herramientas sociales (redes, aplicaciones etc), de forma local (en un área controlable y conocida) y utilizando dispositivos móviles. La verdad le ha ido muy bien a don Josefo y ahora está pensando en crear una app propia. La necesidad lo obligó a dar un salto tecnológico, no se arrugó frente al reto y ha sobrevivido.
Usemos las herramientas sin miedo
Es importante que le perdamos el miedo al uso aplicado de la tecnología, imaginemos que al final de cuentas, para una tienda virtual el proceso de ventas es el mismo que el de una tienda física: Tenés un local (o sitio web), ponés un rótulo (banners o anuncios en medios sociales por ejemplo), la gente va caminando (o navegando por Google o Facebook ) y ven tu escaparate (o anuncio) y entran a la tienda (o visitan tu sitio web o página de face), ven los productos y te preguntan por ellos (chatean o comentan) y si tenés lo que buscan, entonces lo compran. Así que al final de cuentas, el asunto no es tan diferente.
Este proceso de transformación digital, puede ser tan simple como en el ejemplo de la carnicería: una base de datos + celular + whatsapp + catálogo; o tan complejo como una plataforma de ventas en un sitio web + servicio automatizado de pedidos + una app hecha a la medida + inteligencia artificial, todo dentro de un plan de mercadeo integral. Al final, todo depende de las necesidades y los recursos de cada negocio. La buena noticia, es que muchas de estas herramientas están disponibles para cualquiera, estamos viviendo una democratización de las tecnologías, pero eso, es tema para un próximo blog.