SATURACIÓN MENTAL: DEMASIADA INFORMACIÓN

saturacion-mentalEl café de la mañana es una de esos placeres que no pienso negarme. Buen café en grano, tueste claro o medio, lo pongo en el molinito, le doy la fineza que necesito y luego que el agua caliente haga su magia. Me acostumbré a tomarlo con un poco de azúcar; por esta razón, es que me enerva cuando no me fijo en lo que hago y le pongo más de la cuenta. El café queda saturado y sabe tan empalagoso como novela de televisa. Así que en casos como este, saturarse es pésimo, y la saturación mental es de lo peor. Veamos por qué.

DEMASIADAS CUCHARADAS DE INFORMACIÓN EN EL CEREBRO

Apuesto que antes del café de la mañana lo primero que hiciste fue chequear el celular y revisar las notificaciones y ver las redes sociales. Algunas noticias, videos, luego poner la música e irte a preparar el desayuno. Ya ahí le pusiste varias cucharadas de información nueva a tu mente.

saturacion-mentalY en el transcurso del día esto no va a disminuir, al contrario, si cada trozo de información nueva es una cucharada de azúcar, cuando llegue la noche la taza de tu cerebro será una melcocha. Estoy seguro que cuando te vas a dormir, sentís como si ese disco duro en tu cabeza ya está sobrecalentado.

Y no es para menos, en 1 día recibimos tanta información como alguien del siglo XVII ¡en toda su vida!

Así que ¿Cuál es el problema con esto?

A MÁS SATURACIÓN MENTAL, MÁS INFO BOTA EL CEREBRO

Al igual que mi pobre taza de café, el contenido que puede procesar tu cerebro es limitado. Solo que, en el caso de tu mente, en lugar de hacer un reguero en la mesa, lo que hace es borrar o ignorar información.

Te hago esta pregunta: Cuando vas en la autopista hacia la playa, ¿Cuántas Vallas podés recordar cuando termina el viaje? Si decís 1 ya eso es todo un logro y entre cientos de ellas, es realmente un promedio realmente pobre para los anunciantes. Puede que algunos de estos mensajes sí se te queden en el subconsciente, pero eso es un tema aparte que no veremos hoy.

Ahora, eso con las vallas; y si sumamos los posts en Redes Sociales + anuncios en TV + Radio + mensajes de chat + periódicos + emails, etc, es realmente un logro titánico recordar nuestro propio nombre en la noche.

El cuerpo humano es una máquina asombrosa. Si el cerebro recordara cada estímulo en el día, simplemente enloqueceríamos; así que, para protegernos, ejecuta filtros y automáticamente ignora lo que para vos no es relevante. Entonces si lo tuyo es la cocina, posiblemente un post de una receta capte tu atención y hasta quizás le dediqués algunos minutos, pero vas a ignorar la noticia de última hora sobre algún jugador de fútbol americano.

COMO ANUNCIANTES DE NUESTRO NEGOCIO, ESTO APESTA

Aun así, con esos filtros, ya estamos colmados de saturación mental. No podemos poner atención a tanto, por lo que la cuota que podemos dedicarle a los anunciantes es una verdadera miseria.

La competencia por captar los sentidos de la gente ha hecho que las marcas opten por ver quién grita más alto o quién interrumpe más. Y al final esto sólo agrava el problema, porque entre tanto escándalo preferimos ver hacia otro lado y taparnos los oídos, omitir anuncios y hasta odiarlos.

¿ENTONCES, QUE PODEMOS HACER?

Lo primero es que entendamos que sólo contamos con “micromomentos” en el día para poder entregar un mensaje, así que necesitamos aprovecharlos al máximo.

Estas son algunas medidas básicas para aprovechar esas microventanas en la mente de las personas:

  1. Conocer nuestra audiencia: Entre mejor la conozcamos, así como conocemos a nuestros amigos, sabremos cuál es la mejor forma de hablarles.
  2. Tocar sus emociones: Esta es la única forma, el cerebro está saturado, lo mejor es ir por el corazón. Las personas recordarán lo que les haga click emocional.
  3. Ser creativos: Ser diferentes, apostar por los riesgos. La creatividad se premia. Ser útiles, divertidos o ambos
  4. Usar los medios adecuados: para el tipo de mensaje y audiencia.
  5. Buscar el mejor momento: Esto es un poco de prueba y error, pero cuando ya conocemos el mejor momento para dar nuestro mensaje, la mitad de la carrera está ganada.
  6. No agobiar: Definitivamente ser necios causa rechazo y tu mensaje va directo al basurero cerebral.
  7. No gritar: La gente está con sus audífonos viendo algún video interesante, y de pronto salta tu anuncio con el volumen en 11…nada cool.

Y como usuarios, por una cuestión de salud, es necesario ir eliminando la cantidad de estímulos diarios. Es bastante liberador apagar el celular de cuando en cuando. Así no le echamos más azúcar a ese café.

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